Necesito ayuda legal
- Felipe Fontana
- Dec 28, 2020
- 2 min read

Queridos lectores y seguidores, por consejo de un conocido voy a parar de publicar mis recetas hasta que se esclarezca un pequeño tema judicial. Resulta que hace unos días un grupo de desconocidos ingresó durante la madrugada a un campo cerca de la ciudad y se robaron dos finos caballos de carrera. Hasta el momento, la investigación me tiene como el único sospechoso.
Los dos caballos en conjunto se avaluaron en cerca de 35 millones de pesos, por lo que entenderán que el caso es algo grave. La dueña de los caballos, además, es una persona adinerada. Eso significa que está llevando adelante la investigación y juicio con mucho ahínco y recursos.
Un detective privado logró identificar a uno de los ladrones a través de grabaciones de seguridad de un vecino. Luego de un par de preguntas en el submundo de la capital, el detective obtuvo la dirección del sospechoso. En la casa del sujeto, que aparentemente estaba abandonada desde hace unos días, encontraron grandes cantidades de sangre seca y tiras de carne de caballo colgadas en cada habitación. Aquí viene lo bueno: mi receta de charqui fue encontrada impresa y pegada en una pared. Sin otras pistas que seguir, el detective informó a la policía y al fiscal de estos desarrollos.
Yo no sabía nada de esto hasta que me llegó la citación a declarar. Diligentemente fui a la cita con el fiscal, quien lentamente me fue revelando su risible hipótesis del caso: Soy el líder de una especie de culto anti-caballos, y hay un sequito de orates que han tomado mi “cruzada contra los caballos” muy a pecho. Al parecer, el “odio irracional” que siento por los caballos, en conjunto a ese “cuento morboso” que escribí en el que muere un caballo, me pone en una posición muy comprometedora.
Me preguntaron a quién le había dado copias de mi receta, a lo que le tuve que explicar al fiscal que una vez que se sube a internet, cualquiera pudo haber accedido a ella. Nadie culpa J.D. Salinger por que un tal Mark Chapman entendió por “El guardián entre el centeno” que tenía que matar a John Lennon. ¿Por qué se me culparía a mi por lo que hace un desconocido con mis recetas?
De todos modos, hasta ahora soy la única pista que tienen, así que tengo que ir a declarar de nuevo la próxima semana. Suena ridículo, pero voy a tener que explicarles que ese “cuento morboso” que escribí no es un cuento, si no que una crónica de hechos históricos. Además, voy a tener que explicitar que estoy en contra de matar caballos, porque al parecer el humor está muerto. Las instrucciones de la receta deberían bastar para mostrar que no quiero matar caballos, y que no como carne.
Bueno, mientras aclaro esto dejaré de publicar mis cosas en internet. Si quieren apoyarme, necesito asesoría jurídica por si eventualmente se me imputa el robo o algún tipo de asociación ilícita. Me pueden contactar para esto a través del Instagram. Además, pronto abriré un Patreon o un Kickstarter para que puedan aportar a un fondo para mi defensa legal. Les agradezco desde ya su apoyo incondicional e irrestricto.
Comments